Con sede en el Club Parque Independencia, la escuela de patinaje artístico ofrece clases para edades desde los 3 años y apuesta al crecimiento del deporte.
El patinaje artístico se presenta como una propuesta integral para el desarrollo de niños, jóvenes y adultos. En diálogo con N9, Lucía de los Santos, campeona e instructora de la escuela Zenith, compartió su experiencia como formadora y su nuevo proyecto en el Club Barrio Parque Independencia. “Estoy muy agradecida por el espacio, las clases son los lunes, miércoles y viernes de 8 a 9 de la noche”, señaló, destacando que esta etapa representa un nuevo comienzo para ella y para sus alumnos.
Lucía inició su recorrido en el mundo del patinaje desde temprana edad y hoy vuelca su experiencia como formadora. “Siempre se extraña tener un profe, pero ahora me dedico a dar clases y me gusta. Siempre se aprende”, expresó. Consultada por N9 sobre qué la motiva a enseñar, fue clara: “Me motiva que crezcan, que sean mejores. Si no pueden, van a poder siempre. Eso es lo que me quedó de mis profes”. Su objetivo, aseguró, es que los chicos se animen a competir, aunque reconoce que aún son pocos quienes se suman a esta disciplina.
La escuela cuenta actualmente con un grupo reducido de alumnos, de entre 4 y 13 años, pero el entusiasmo por enseñar va más allá de los números. Lucía explicó que los niños comienzan con figuras básicas como el “carrito en dos pies” o el “indio”, y que a medida que avanzan, evalúa si están listos para participar en la categoría exhibición. “Tiene que ver con el avance de los chicos, no tanto con la edad”, detalló.
El proceso de aprendizaje es personalizado y progresivo, y comienza desde los tres años. Según la instructora, algunos alumnos se adaptan rápidamente, mientras que otros requieren más tiempo. Aun así, el ambiente busca ser siempre de contención, juego y disfrute. “Le enseño con conitos, que abran y cierren las piernas, todo jugando”, relató sobre las primeras clases. Además, remarcó que lo fundamental es que cada niño tenga su propio equipo: “Tienen que tener sus patines, eso es lo primordial”.
Más allá del aprendizaje técnico, Lucía subraya que el patinaje artístico tiene múltiples beneficios. “Tiene la técnica del movimiento, te divierte”, explicó al ser consultada por los aportes físicos y sociales de la disciplina. También destacó que el deporte le permitió viajar y conocer personas: “Me dio a conocer muchos lugares, provincias, personas. La última competencia me fui contenta porque fui campeona del patinaje”.
Finalmente, de los Santos afirmó que su meta con Zenith es seguir creciendo: “Quiero empezar a competir, llevar a las nenas y sumar más chicos que se sumen a mi escuela”. Con pasión y convicción, la joven instructora se propone no solo enseñar patinaje, sino también transmitir los valores que ella misma aprendió en su camino como deportista.