La nueva función de inteligencia artificial permite generar ilustraciones detalladas en diversos estilos, desatando entusiasmo y controversias.
El lanzamiento de ChatGPT-4o, la nueva herramienta de inteligencia artificial de OpenAI, ha generado un fuerte impacto en las redes sociales, donde los usuarios han comenzado a experimentar con sus capacidades para crear imágenes en distintos estilos artísticos. Desde retratos de figuras históricas en versión anime hasta recreaciones en el estilo del reconocido Studio Ghibli, las ilustraciones generadas por esta tecnología han despertado tanto admiración como debate.
El entusiasmo por esta innovación se vio reflejado en la viralización de imágenes en plataformas como X, Instagram y TikTok. Una de las más compartidas fue una reinterpretación de la icónica escena televisiva entre Mauro Viale y Alberto Samid, generando miles de interacciones. Figuras como Elon Musk y personajes de El Señor de los Anillos también fueron transformados en ilustraciones de IA, y hasta el propio CEO de OpenAI, Sam Altman, habría actualizado su foto de perfil con una imagen generada por ChatGPT-4o.
Utilicé el nuevo modelo de imagen GPT-4o para lo que todos necesitábamos: la pelea del siglo Samid Viale en distintos estilos. Empiezo:
— Alan dAItch (@AlanDaitch) March 26, 2025
- Estilo LEGO pic.twitter.com/Z8UQP2vd6k
A nivel técnico, esta herramienta permite a los usuarios describir en detalle lo que desean visualizar, especificando estilos como acuarela, pixel art, cyberpunk o realismo fotográfico. Sin embargo, su uso no está aún disponible para todos: actualmente, solo los suscriptores de pago pueden acceder a la función, con una futura expansión prevista para versiones empresariales y educativas.
Más allá del impacto visual, el avance de la inteligencia artificial en la generación de imágenes ha reavivado discusiones sobre su influencia en la industria creativa. Mientras algunos celebran la democratización del diseño digital, otros advierten que podría afectar el trabajo de ilustradores y diseñadores. Además, la posibilidad de imitar estilos artísticos reconocidos sin autorización ha llevado a cuestionamientos sobre derechos de autor y propiedad intelectual.
Este tipo de herramientas no son exclusivas de OpenAI. Recientemente, Google presentó una función similar en su modelo Gemini Flash, lo que marca una creciente competencia en el ámbito de la IA generativa. En paralelo, diversas demandas judiciales buscan establecer límites legales para evitar el uso indebido de material protegido por derechos de autor en estos desarrollos.
Desde OpenAI han defendido su tecnología, asegurando que no replica el estilo de artistas individuales sino que permite generar imágenes en estilos más generales, como los de estudios de animación. Sin embargo, el debate sigue abierto, y a medida que estas herramientas evolucionan, la discusión sobre su impacto en la creatividad humana y en la regulación del arte digital solo parece intensificarse.
