Por: El Nordestino
Desde los tiempos de Doña Maria Mohando Solimano de Farías (sí, la primera titular del alto tribunal chaqueño fue una mujer) hasta la actualidad, la justicia chaqueña ha transitado un largo camino, pero no precisamente hacia la excelencia. Aquel Superior Tribunal de Justicia, con sus muchas precariedades y algunos defectos, simbolizó las bases de un modelo de justicia que se prometía de avanzada en una provincia recién nacida. O como lo señalaba el civilista José Mosset Iturraspe: “una suerte de far west progresista y desprejuiciado".
El poder judicial chaqueño nació, al igual que los otros dos poderes, de la clase obrera. Los convencionales de ese entonces se llegaron, hasta en bicicleta, en la antigua Escuela de Niñas y en diciembre de 1951 nos dieron una Constitución y sentaron las bases del poder judicial de la provincia del Chaco, y por supuesto “con fuerte impronta obrera”.
Pasados los años de los sucesivos golpes militares e interrupciones institucionales, décadas después, recuperada la democracia, vimos llegar nuevos cuadros, otras caras, siempre vinculadas a los gobiernos de turno y los partidos dominantes. Nadie lo ignoraba: Mendoza era PJ, María Luisa Lucas era radical, Alberto Modi elegido por el dedo en tiempos de Acción Chaqueña.
Con la democracia ochentosa llegaron con sus correspondientes padrinos algunos difíciles de olvidar como Ramón “Tizo” Avalos, Ricardo Franco y Eduardo “el nene” Molina. En todas las designaciones, se invocaban los pergaminos personales (“no cualquiera es juez”) y se imponían los avales partidarios. Pese a ello, como pregonaba un ex gobernador, una vez llegados al preciado trono del Superior Tribunal, “si te he visto no me acuerdo”… “los hacés llegar y ya se creen dioses”. Para bien y para mal, así fueron y son las cosas. Es lo que hay.
Volviendo a la conformación del equipo, entre viejos y nuevos, entre los que llegan y los que se van, nadie puede negar que haciendo un corte -como un arqueo de caja- cuando miras a los 5 integrantes, muy raras veces se nota el mismo color de interés, perdón de traje, perdón nuevamente de pensamiento. En todo “arqueo de caja” se destaca la variación de tonos. Capaz que sea allí donde se busque la esencia de su “verdadera independencia”.
Sin embargo, y muy a pesar de tantos variados tonos, llegados los años 2000, la entonces oposición peronista y en especial el también entonces joven Jorge Capitanich, denunciaban como “justicia adicta” al STJ “seleccionado” por el también entonces gobernador Ángel Rozas; y se armó un embate político en todo el Poder Judicial del Chaco sin precedentes. Se creó el “Foro x la Justicia Independiente” que con la Fundación “Nelson Mandela” a la cabeza y movimientos sociales como Barrios de Pie y el propio Emerenciano Sena y hasta la organización “Padres en la Ruta” produjo más de un temblor en la esquina de Brown y López y Planes. Y como pasa siempre el “mboyere” contribuyó a hacerlo todo un poco peor. Entonces, los pecados privados de los jueces se hicieron públicos, y por conductas privadas se los expulsó casi mandándolos a la hoguera, para que después el Capitanich ya gobernador repitiera por otros medios pero con distintas prácticas, el ejercicio de la influencia para decidir quien se queda con los tronos vacíos.
Ahhhh! Tambien hubo un juez que declaró que “no descartaba ser candidato a gobernador” y al poco tiempo terminó siendo eyectado por ocupar un empleado de la “Corte” como jardinero en su casa de fin de semana. Sí, con todo eso, aquellos tiempos hoy son recordados como mejores en la justicia chaqueña. “Los 5 de aquellas épocas funcionaban como equipo y aún con diferencias se reunían a tomar decisiones juntos” dice un “conocido” operador político que atiende amigos de la política en“La Biela”. “Los de ahora ni se ven, además los 5 juntos tienen menos peso político que un corcho”. Mirá, concluye el operador de confitería, “hasta el propio Coqui se tuvo que morder la lengua” porque tras criticar tanto a los jueces heredados -donde el “Roly” Toledo fue un vaso comunicante ideal cuando él ejercía el Poder Ejecutivo- “hoy no tenes ninguno con ese fuste. Olvídate!”
Alberto Modi, con sus 88 pirulos, aún continúa atornillado a su silla luego de 32 años en el Tribunal Superior. ¿Su excusa? haber sido nombrado en 1992, un par de años antes que la reforma Constitucional del Chaco, en su artículo 154 fijase como edad límite los 70 años. ¿Es ejemplo ético clavarse en el cargo pasados casi 20 años de lo que indica la propia Constitución? ¿Qué valores transmiten sus fallos? ¿Es ética su permanencia?. ¿Conocerá el veteranísimo Dr. Modi aquellas palabras que repitió hasta en la televisión Rolando Toledo -asumido en el 2010- cuando anunció orgulloso su retiro “en tiempo y forma”, por una cuestión de ética, de apego a la Constitución y hasta para permitir la “renovación” ?.
Pero bueno, a pesar de Modi, algo de “renovación” hubo, en el 2014 también arribó Iride María Isabel Grillo. Fue “de la mano” del Foro por la Justicia independiente, que en su momento criticó la salida de Molina y la calificó “insólitamente” de “expulsión” (SIC). Pocos dudan de la capacidad profesional de la magistrada, pero todos saben que allí llegó como símbolo del “discurso mediático” de ese entonces, incluida su prédica desde la asociación “Padres en la Ruta”.
En el 2019 asumió Emilia Valle, de Villa Ángela, como el gobernador Domingo Peppo y con sus méritos profesionales. Impulsora de agendas de género y acceso a la justicia, la Jueza hoy ocupa la presidencia del JUFEJUS organización que reune a los superior tribunales de todas las provincias argentinas.
La llegada de Víctor del Río, por su parte, tuvo mayor resonancia por ser el principal impulsor de los “juicios por jurados”. Apalancado por los medios se hizo conocido por promover una “nueva modalidad” de impartir justicia y lo terminó instalando en septiembre del 2021 en el máximo órgano judicial chaqueño. Aún queda por ver cuáles serán los efectos de la implementación “casi calcada” del modelo nortamericano de los juicios por jurado en la provincia más pobre y con mayor tasa de analfabetismo adulto del país. Los resultados de momento, no han arrojado muestras extraordinarias de este nuevo sistema. Uno de los primeros juicios celebrados en la provincia con esta modalidad, dejó libre de culpa y cargo a un pastor evangélico acusado de numerosos casos de abuso sexual infantil. Más allá de eso, no pareciera haber nada juzgado que revista importancia, al menos hasta el momento. El año que viene veremos probablemente el verdadero debut de “los jurados” cuando deban deliberar sobre la inocencia o culpabilidad del clan Sena.
Finalmente, Nestor Enrique Varela, “Henry”, el último en llegar -para ocupar el sitial dignamente dejado por Toledo- para completar el quinteto. Su llegada no fue presentada con un currículum grandilocuente, pero muchos destacan su labor en los juzgados del interior y el alto puntaje logrado en el concurso a la vez que se espera sea “punta de lanza” para la renovación de una corte que como se ve, ha quedado débil y sin peso, y si bien nadie diría “adicta”, si luce extremadamente “dependiente” sobre todo de la voluntad del presupuesto que nació bajo el postulado de moda: “no hay plata”. T
Son “tiempos difíciles” diría Baglietto, así que habrá que ser muy creativos para buscarle la vuelta y que no sean “vueltas en el aire” como las de Fito Páez. Más allá de encuestas o sondeos de opinión, quienes conocen desde adentro la situación aseguran que la realidad de la justicia chaqueña “es igual o peor que la imagen que tiene la gente de ella”. Las ideas de reforma y transformación del Poder cayeron “hace tiempo en saco roto”. La familia judicial chaqueña vive una “singular inercia”, donde sus energías suelen estar más puestas en reclamos salariales y gremiales que en “auténticos proyectos” de transformación de un sistema judicial que hace años le falla a los chaqueños: con la “puerta giratoria”, con los casos de corrupción que se suceden delante de sus narices, y una modernización que nunca llega. Ahí quedan, como ejemplo, la aldea de Tres Horquetas o el Instituto de Medicina Forense, entre tantos otras iniciativas hoy venidas a menos y gambeteando el abandono. ¡Una lástima …!. “Yo te avisé” dirían Los Fabulosos Cadillacs y “el que avisa no traiciona”. Será Justicia..?