La tensión es palpable en Estados Unidos mientras el país se prepara para definir a su próximo presidente en las elecciones de este martes 5 de noviembre. Con los candidatos Kamala Harris y Donald Trump empatados, la incertidumbre sobre el resultado es más grande que nunca, y los analistas coinciden en que será una noche larga y cargada de emociones.
A las 20:00, los primeros resultados comenzarán a surgir, pero eso no garantiza que un ganador o ganadora sea confirmado antes de que concluya el día de la votación. Tal como recuerda Luis Rosales, analista internacional, “en 2016, Trump se transformó en presidente electo al día siguiente de las elecciones, mientras que Joe Biden en 2020 debió esperar 48 largas horas, hasta que se confirmó que había vencido en Pensilvania”.
El voto anticipado ha marcado un precedente sin igual en esta elección. “Casi la mitad del electorado ha votado de manera anticipada, una enormidad”, destaca Rosales. Sin embargo, los expertos no se atreven a predecir hacia qué lado inclinará la balanza este fenómeno: “Los trampistas te dicen, ojo que hay mucho voto en los estados clave, en zonas rurales, por anticipado. Y eso significa que le va bien a Trump. Si en cambio son en barrios de ciertas minorías… le beneficiaría a Kamala. Y está ahí. Ambos dicen ambas cosas”, explica el analista, subrayando la dificultad de hacer pronósticos certeros.
Además, se discuten escenarios complejos, como un posible empate en el Colegio Electoral, una situación que raramente ha ocurrido. “Si hay un empate de 269 electores, el tema pasaría al Congreso, donde la Cámara de Diputados elegiría al presidente y el Senado al vicepresidente. Pero eso es muy poco probable”, aclara Rosales.
La elección también tiene implicaciones más allá de las fronteras estadounidenses, especialmente para la economía argentina. Según Rosales, “hay mucho optimismo entre los estrategas de Trump respecto a una posible alineación con Javier Milei, presidente electo de Argentina. La cercanía ideológica podría traducirse en un respaldo financiero similar al que recibió Argentina en la era de Macri”. Por otro lado, Kamala Harris, con su enfoque más inclusivo y social, podría ofrecer una relación más desafiante para el nuevo gobierno argentino.
Los ciudadanos estadounidenses enfrentan una decisión crucial, como lo describe Rosales: “Es como si estuvieran en un complejo de cines con múltiples salas, debiendo elegir entre Rambo 2 o Rocky 2, películas que ya conocen bien”. Con la experiencia de haber vivido las primeras presidencias de Trump y de Harris como vicepresidenta de Biden, el electorado sabe exactamente lo que cada opción representa. Ahora, solo queda esperar y ver hacia qué dirección se inclina Estados Unidos en esta nueva era de definiciones.
