OPINIÓN

El Laberinto de la UCR: Poder, Justicia y Elecciones

21 de Octubre, del 2024 - Destacadas

Por Alberto Medina Mendez, analista político

Como analista político, he tenido la oportunidad de observar de cerca el complejo entramado de la política correntina, un territorio donde las decisiones no son solo un asunto de democracia interna, sino también de poder y ambición personal. El reciente fallo judicial que permite la postergación de las elecciones internas de la Unión Cívica Radical (UCR) para mayo de 2025 es un claro reflejo de esta dinámica.

 


Desde que Ricardo Colombi volvió a asumir su rol como presidente del partido, la tensión ha sido palpable. Su intento de cambiar la fecha de las internas, inicialmente programadas para el 27 de octubre, no es solo una cuestión administrativa; es parte de una estrategia más amplia para consolidar su influencia y asegurar su poder. ¿Por qué estirar el proceso electoral hasta mayo del próximo año? La respuesta radica en el deseo de tiempo para maniobrar políticamente y fortalecer alianzas que le permitan mantenerse relevante en un escenario electoral cada vez más volátil.

La UCR en Corrientes no es solo un partido político, es un microcosmos donde se reflejan las luchas internas, los intereses personales y las aspiraciones de quienes se encuentran en la cúspide del poder. La decisión del juez Ramiro González de permitir esta postergación, aunque no vinculante, abre la puerta a un debate que va más allá de la fecha de elecciones. Se trata de la capacidad de la justicia para influir en los tiempos políticos y, al mismo tiempo, de cómo los actores políticos aprovechan esas decisiones en su beneficio.

En este contexto, la figura de Gustavo Valdés se vuelve crucial. Como actual gobernador y candidato único en la interna, su papel en este proceso será determinante. ¿Podrá mantener la unidad del partido ante la incertidumbre y la división que se vislumbra? La política correntina ha sido históricamente un juego de alianzas y estrategias, y lo que está en juego ahora no es solo la presidencia de la UCR, sino el futuro mismo del liderazgo político en la provincia.

Las elecciones del 2025 se perfilan como un punto de inflexión. La UCR deberá enfrentar no solo a sus propios fantasmas internos, sino también a un posible resurgimiento del justicialismo, que parece estar a la espera de capitalizar cualquier error del radicalismo. En este clima de incertidumbre, la pregunta es: ¿será la UCR capaz de articular una respuesta sólida que la mantenga en el poder, o se verá atrapada en su propia maraña de disputas internas?

La decisión final sobre la fecha de las internas no solo definirá el rumbo del partido, sino que también sentará las bases para el futuro político de Corrientes. A medida que avanzamos hacia las elecciones, será fundamental observar cómo se desarrollan estos acontecimientos y qué decisiones toman los líderes en juego. La política, como siempre, es un arte de lo posible, y en Corrientes, las posibilidades son tan diversas como complejas.