Florida se encuentra en alerta ante la inminente llegada del huracán Milton, que se prevé impacte con fuerza en la costa oeste del estado. El periodista Juan Andrés Peñalver, quien se encuentra en Orlando, ha compartido su experiencia en medio de esta situación crítica.
En diálogo con Radio Nordeste, el periodista Juan Andrés Peñalver afirmó que "ya se siente el embate de este increíble ciclón que viene directamente hacia nosotros". Con el huracán clasificado como categoría 5, se espera que las ciudades de Tampa y St. Petersburg sean las primeras en sentir su impacto, seguido por el centro de Florida, donde se encuentra Orlando.
Las recomendaciones de seguridad son cruciales en este tipo de situaciones. Peñalver destacó que, "como todo el mundo aquí, tuvimos que comprar alimentos no perecederos, agua y sacos de arena para las puertas". Además, se tomó la precaución de asegurar ventanas, dado que los objetos pueden convertirse en proyectiles peligrosos durante el huracán. "Cualquier cosa que esté afuera puede volar a más de 200 kilómetros por hora", explicó.
Con respecto a su propia seguridad, el periodista comentó que vive en un primer piso y tiene un pequeño balcón que da a un lago, lo que le genera preocupación. "El lago podría venir hacia nosotros", expresó, añadiendo que el lugar más seguro de su hogar es la sala, donde las paredes son más resistentes.
El impacto de Milton no solo afecta a los habitantes de Orlando, sino que se ha emitido una evacuación preventiva en muchas áreas costeras, donde más de seis millones de personas han sido reubicadas. Peñalver subrayó que "hay que estar pendientes y no salir, porque es bastante peligroso". Las autoridades locales han instado a los ciudadanos a mantenerse informados y tomar las precauciones necesarias.
"El huracán Andrew, en los años 90, fue realmente espantoso. Se siente como si un jet estuviera parado encima de tu casa con los motores encendidos", recordó, enfatizando la gravedad de la situación. Las estimaciones indican que Milton podría causar marejadas de hasta 10 metros, lo que representa un riesgo significativo para las áreas costeras.