La reciente muerte del futbolista de Nacional, Juan Izquierdo, quien se desplomó durante un partido en Brasil ante el San Pablo, ha vuelto a poner en foco la importancia de los controles médicos en la actividad física, no solo para deportistas de élite, sino también para cualquier persona que practique ejercicio. La Dra. María Eugenia Torossi, cardióloga (MP: 7568), visitó los estudios de Noticiero 9 y explicó los trasforndos de estos casos.
La cardióloga subrayó que "es más común de lo que pensamos la falta de controles en la gente que va a gimnasios o realiza actividades como caminar o andar en bicicleta".
La Dra. Torossi enfatizó que, aunque la muerte súbita es un evento raro, con una incidencia de "uno cada 50.000 a 100.000 personas", hay muchos pasos previos que pueden prevenir un desenlace fatal. "No solo es crucial realizar estudios exhaustivos en deportistas de alto rendimiento, sino también en cualquier persona que practique deporte", destacó. A través de controles no invasivos, como un electrocardiograma y una historia clínica detallada, es posible detectar pequeñas alteraciones que podrían señalar un riesgo de arritmia o muerte súbita.
Cuando se le preguntó sobre qué es una arritmia, la Dra. Torossi lo explicó de manera sencilla: "el corazón es como una bomba que tiene un sistema de cables que permite la correcta conducción eléctrica para que funcione. Las arritmias ocurren cuando aparecen focos en el corazón que alteran esta conducción, haciendo que el corazón deje de bombear de manera efectiva. Esto puede llevar a que la sangre deje de circular adecuadamente, lo que en casos severos puede causar la muerte súbita".
La cardiopatía isquémica, que incluye infartos y angina de pecho, es una de las principales causas de muerte súbita, pero otros factores, como antecedentes familiares, también juegan un rol importante. "La arritmia puede aparecer en cualquier momento, incluso sin previo aviso, lo que la hace especialmente peligrosa", agrega Torossi. Además, la actividad física, aunque beneficiosa, puede ser un detonante si se combina con otros factores, como desequilibrios electrolíticos o deshidratación.
Para prevenir estos riesgos, la Dra. Torossi recomienda controles periódicos. "Lo ideal sería realizar un control anual, que incluya un electrocardiograma y, al menos una vez en la vida, una ecografía cardíaca para descartar cardiopatías congénitas. También recomendamos una ergometría, que simula la actividad física y puede revelar arritmias o respuestas anómalas de la presión arterial".
Finalmente, la Dra. Torossi concluyó en que "la muerte súbita muchas veces no es tan súbita, ya que hay señales previas que pueden detectarse con estudios básicos. En el Instituto Radiológico de Resistencia, contamos con un equipo de cardiólogos que realizan no solo consultas y electrocardiogramas, sino también ecografías cardíacas y ergometrías, para asegurar un diagnóstico integral y preventivo".