Anteriormente el impuesto era de 70% y ahora, con los cambios previstos en la ley Bases, se eleva al 73%. De esta manera, el costo se trasladará al precio que se paga por el producto en los kioscos.
En el marco de la ley Bases, el Gobierno elevó y el Congreso confirmó, el impuesto interno al tabaco a un 73%, por lo que los cigarrillos aumentarán su costo para los consumidores. La medida ya fue ratificada por la AFIP. Y se trata de la que complica a Pablo Otero, el empresario dueño de Tabacalera Sarandí.
Mediante la Resolución General 5524/2024, la AFIP aprobó el programa aplicativo por el cual quienes estén alcanzados por el impuesto interno al tabaco deberán ejecutar las operaciones, y que prevé el nuevo gravamen.
Según se informa, las disposiciones de esta resolución general entrarán en vigencia a partir de este martes 16 de julio, día posterior a su publicación en el Boletín Oficial, y resultarán de aplicación respecto de las presentaciones de declaraciones juradas -originarias o rectificativas- que se efectúen desde dicha fecha.
Anteriormente el impuesto era de 70% y ahora, con los cambios previstos en la ley Bases, se eleva al 73%. De esta manera, el costo se trasladará al precio que se paga por el producto en los kioscos.
El impuesto interno al tabaco es el que Tabacalera Sarandí, de Pablo Otero, no paga por contar a su favor con una medida cautelar. Gracias a eso, la productora de marcas como Red Point, West, Master y Kiel, no paga al Estado miles de millones de pesos en impuestos, y además aprovecha para ganar share de mercado gracias a que vende más barato por esa evasión.
Otero logró mantener las condiciones de mercado que lo favorecen, permitiéndole absorber aproximadamente un 33% del mercado de cigarrillos. El empresario sostiene que su compañía no debería pagar el impuesto interno mínimo a los cigarrillos porque sería injusto dada la capacidad económica de los grandes conglomerados tabacaleros en Argentina.